jueves, 22 de enero de 2009

GaNAs dE hUiR

Salzsburgo, Austria

Tenía que escapar del frío. No soy friolero, eso lo saben, pero esto ha sido suficiente, y excesivo. He sentido Eslovenia intensamente en mí, muy dentro de mí. En mi huída, decidí subir hacia el norte del continente -el día 24 me he citado con Berlín-. Y todo parecía darse según lo planeado, la nieve desaparecía según iban cayendo los kilómetros y el sol pegaba con fuerza mientras conducía atravesando la parte austríaca de los Alpes. Pero la lógica, que poco se suele equivocar, dice que cuanto más al norte, más frío suele hacer, y esta vez también tenía razón. Dentro del coche, cómodo, con el sol calentando, la vida es bella. Cuando a las cuatro de la tarde el sol se esconde y bajas del coche buscando albergue, te das cuenta de tu inconsciencia.

Pero, bendita inconsciencia. Cerrad la boca cuando veáis Sankt Gilgen, uno de los paraísos que encuentras serpenteando por las carreteras austríacas. Es un pueblo casi inapreciable en un mapa, pero bueno, yo en eso estoy, en perderme en los mapas...

Las vistas que véis del lago y las montanas están tomadas desde la puerta del hostel donde quería alojarme. Si no lo hice fue porque el frío aquí, si es posible, era mayor que en Eslovenia. Por lo que continué mi fuga. Buscaba un lugar algo más grande, donde pudiera resguardarme del frío entre las calles, un lugar donde no estuviera a pecho descubierto contra las montanas y el viento, buscaba un poco de calor, y bueno, Salzsburgo quedaba a 30 kilómetros solamente. Creí que era la mejor opción y allí dí por concluída, por lo menos durante esa jornada, la huída.

Quizá por mi estado de animo, Salszburgo no me conmovió como pensé que lo haría. Estos últimos días no me he encontrado del todo bien mentalmente, he tenido muchas conversaciones con mi soledad; las ganas de viajar se quitan a causa del frío, conducir es una tensión constante, en alerta máxima para manejarte por las placas de hielo, o para esquivar los zorros que pasean alegremente. Piensas en volver, en dar la vuelta y desandar lo ya recorrido; en huir, como estaba haciendo ahora. Cuando te encuentras solo los días duran muchas más horas. Intento calmar la ansiedad viéndolo todo, ocupando las máximas horas posibles, durmiendo lo más que pueda para tener menos horas que dejar pasar... Tengo claro que son rachas, que ha sido un momentito sólo de bajada, pero que no puede conmigo. Ni la distancia, ni el frío, ni la soledad me hacen ni me harán cambiar lo que tengo en mente. Porque si algo se es que soy un absoluto privilegiado, que esta experiencia no es algo común, y que tengo que aprovecharla al máximo hasta que dure. Cuando me sienta cansado, o me vea obligado a hacerlo, lo dejaré. Pero todavía no ha llegado el momento. Y queda lejano, en el horizonte....

Salzsburgo, la ciudad que vio nacer a MOzart. No dejas de ver referencias de él por cada rincón de la ciudad. Es un auténtico mito y le adoran. La visita es rápida, puesto que es bastante pequenita, pero es un sitio privilegiado. Desde el ya clásico castillo con el que cuentan la mayor parte las ciudades importantes de centroeuropa, la vista de la ciudad y del casco antiguo es increible. Siempre os digo lo mismo, pero es que deberíais estar aquí para contemplarlo. Y el centro, con los puestos de comida...; es que son tantas cosas...

Ya os digo que la ciudad no fue como yo esperaba, no por ella, sino por mí. Quizás también influyó el hecho de que llevo mucho tiempo recorriendo lugares pequenos, con un ambiente más familiar, rural, de pueblo... como querais llamarlo. A mí me fascinan las grandes ciudades, y eso era justo lo que necesitaba para olvidar las penas. Berlín ya no quedaba lejos, pero necesitaba saciar mis ganas mucho antes. Realmente ya era necesidad. Así que, Salzsburgo sólo disfruto un día de mí y yo sólo un día de ella. Sin duda, más perdí yo.

2 comentarios:

  1. Pos yo no estoy de acuerdo!!mas perdio ella por no poder disfrutar de ti...si fuera de carne y hueso no te hubiera dejado ir, pero ya sabes tanto cemento...es lo que tiene. Y perdió, porque eres lo mas grande Javi! Importante que seas consciente de que es un bajon, y a veces hasta esta bien algun bajon para pensar y para acabarse dando cuenta de lo privilegiados que somos, de que hay que ser felices porque es lo que queremos, y como lo queremos pues lo somos y ya ta! (que rayá). Y pasado el bajón pues un subidón! Un ABRACIIISIMO!

    BEA (que voy ha empezar a firmar como la pesada de tu blog...)

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  2. Qpasa tu,Espero q andes mas animado.
    Oye,q por Austria viven el primo de Gonzalo,q en navidades me dijo q si pasabas por alli no habria problemas,asi q avisa si sigues por ahi o tienes intencion de volver...no puedo ser mas concreto en la ciudad porque no lo se...pero me informo y te cuento.Un abrazo y,sin duda,el titulo de no abrigos se te ha quedado pequeño,o al menos casero en este Madrid q como siempre,te echa de menos.
    .A

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